El Delegado del Gobierno comprueba in situ las nuevas medidas de control fronterizo

El Delegado del Gobierno comprueba in situ las nuevas medidas de control fronterizo

14/02/2013

El Delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha acudido esta mañana a la frontera de Beni-Enzar para comprobar, in situ, las nuevas medidas de refuerzo del control fronterizo, tendentes a evitar, con carácter principal, nuevas entradas de coches kamikazes conducidos y ocupados por inmigrantes subsaharianos.
Abdelmalik El Barkani, junto con el Jefe Superior de Policía, Ángel Riesco, el comisario al frente de la UCOT, Miguel Vaquero, el Jefe de Fronteras, Juan Antonio Morillas, y varios miembros del Servicio de Fronteras y Registro Fiscal de la Guardia Civil, comprobó in situ el nuevo despliegue de los ‘newjersey’ que, en forma de zigzag, conforman vallas de contención destinadas a generar obstáculos a los vehículos que, como los coches kamikazes de los últimos días, intenten entrar a Melilla violentamente y a toda velocidad.
Asimismo, comprobó el Delegado el funcionamiento de los sistemas de lectura de matrículas y de detección de latidos, éste último tan eficaz en la localización de inmigrantes ocultos en dobles fondos de vehículos.
Por último, se le mostró el funcionamiento de los bolardos sitos en el carril de salida hacia el país vecino y que, soterrados en el suelo, se activan mediante compresión hidráulica para servir de obstáculo a los coches que desatiendan las indicaciones policiales en su tránsito fronterizo hacia Marruecos.
El Delegado comentó in situ además con los mandos policiales algunos detalles del llamado Informe nº4 que propone medidas de mejora en la frontera de Beni-Enzar, en beneficio de un más efectivo y ordenado control fronterizo, capaz de combinar seguridad con la mayor agilidad y fluidez posible.
En tal sentido, revisó la zona límite de la frontera, marcada por la valla de entrada o salida de Melilla, donde se baraja la instalación de un nuevo sistema de barreras en lugar del repetido bolardo retráctil, a fin de evitar previsibles fallos en su funcionamiento a consecuencia del badén o depresión natural del terreno que favorece la acumulación de agua cuando llueve y, con ello, previsibles disfunciones en el aludido sistema retráctil.