La Policía Nacional libera en Barcelona a una mujer víctima de explotación sexual captada a través de las redes sociales

16/08/2016

Agentes de la Policía Nacional han liberado en Barcelona a una joven víctima de explotación sexual durante cinco años por parte de un compatriota. La mujer había sido captada a través de las redes sociales, cuando contaba con 16 años, a través del método del “lover boy” con falsas promesas de amor. Poco tiempo después de iniciar la convivencia, una vez cumplida su mayoría de edad, fue obligada a ejercer la prostitución en diversos clubs de alterne bajo duras condiciones físicas y psicológicas. Embarazada de su proxeneta, continuó la explotación amenazándola con causar daños a la niña y a su familia. La madre de la mujer puso los hechos en conocimiento de las autoridades rumanas, lo que dio inicio a la operación policial a instancias de la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Bucarest.

Colaboración policial internacional

Las investigaciones se iniciaron tras recibirse una solicitud de colaboración policial, por parte de las autoridades rumanas, para localizar a una joven de aquel país que estaría siendo víctima de trata de seres humanos y explotación sexual en Barcelona.

Una vez localizada la mujer relató que cuando tenía 16 años, ya residiendo en España, conoció a un compatriota suyo a través de la redes sociales con el que inició una supuesta relación sentimental. Cumplidos los 18 años, iniciaron una vida en común.

Tras un mes de convivencia en un piso de Badalona (Barcelona) junto a un varón de nacionalidad española a quién le tenían realquilada una habitación, el proxeneta aísla a la mujer de su entorno familiar, le rompe su documentación y su teléfono móvil y la obliga a prostituirse. Para ello emplea amenazas psicológicas, agresiones físicas y control permanente de sus relaciones sociales, entre los que se incluían azotes, quemaduras, agua hirviendo o humillante corte de pelo, entre otros. La explotación sexual duró cinco años, tanto en clubs de alterne de Barcelona como otros de Asturias y Madrid.

Agresiones físicas y sexuales para provocarle un aborto

Transcurrido un año y medio desde el inicio de la explotación, la joven se quedó embarazada del proxeneta. Durante el periodo de gestación debía seguir prostituyéndose, siendo privada de asistencia médica y sufriendo agresiones físicas y sexuales con la intención de provocarle un aborto, obligándole durante unos días a dormir a la intemperie en un parque público con la misma finalidad.

Poco tiempo después de dar a la luz a su hija, periodo en el que permaneció en la casa materna, la joven volvió a ser explotada por el miedo, las amenazas hacia ella, su familia y su hija, y las agresiones que le infundía el proxeneta.

Tras una de las múltiples agresiones, la mujer regresa a la casa familiar y consigue una orden judicial de alejamiento respecto a su explotador. Como las amenazas y el acoso persistía la madre de la joven contactó con la policía rumana para solicitar ayuda urgente y protección, lo cual puso en marcha la operación policial de liberación ahora finalizada.

Al detenido se le imputan presuntos delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva, lesiones, agresión sexual, detención ilegal, amenazas y contra la integridad moral. El varón que compartía domicilio con la pareja consta como investigado no detenido por un presunto delito de omisión del deber de perseguir delitos o promover su persecución.

El operativo policial ha sido desarrollado por el Grupo 1º UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Barcelona, la Brigada Central contra la trata de seres humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Bucarest.

Con la trata no hay trato

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013 y que motivó la activación de la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.