El Laboratorio de Alimentos de Sanidad Exterior de Santander lleva analizadas más de 80 partidas en lo que va de año

El delegado del Gobierno observa a el trabajo de una de las médicos del laboratorio de Sanidad Exterior

10/07/2018

Los análisis se llevan a cabo dentro del Plan de Vigilancia para el control sanitario de las mercancías de uso o consumo humano | La instalación es, junto a su equivalente en Vigo, la única de España que está acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) y da servicio a todo el país


El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, junto al director del Área Funcional de Sanidad y Política Social, Fernando del Hierro Vega, visitó este martes las instalaciones de Sanidad Exterior, donde se encuentran el Centro de Vacunación Internacional y el Laboratorio de Alimentos (acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación –ENAC-), que dan servicio a toda España.

El delegado del Gobierno puso en valor el trabajo del equipo que trabaja en estas instalaciones y que ha logrado que, “a día de hoy, el Laboratorio de Sanidad Exterior de Santander sea, junto al de Vigo, el único acreditado en España por la Entidad Nacional de Acreditación”.

Por su parte, Fernando del Hierro explicó a Pablo Zuloaga el Plan de Vigilancia para el control sanitario de las mercancías de uso o consumo humano, que vigila los cargamentos originarios o procedentes de terceros países y que, a su vez, se enmarca dentro del Plan Nacional de Control  Oficial de la Cadena Alimentaria 2016-2020.

Este Plan de Vigilancia da respuesta a dos Reglamentos europeos. El primero obliga a verificar el cumplimiento de la legislación en materia de piensos y alimentos y la normativa sobre salud animal y bienestar de los animales, por lo que los Estados miembros de la UE deben elaborar Programas Nacionales de Control plurianuales para velar por el cumplimiento de la legislación alimentaria, controlando y verificando que los responsables de los productos alimenticios cumplen los requisitos pertinentes de la legislación alimentaria.

El segundo reglamento establece los procedimientos de control veterinario en los puestos de inspección fronterizos de Cantabria de los productos importados de terceros países y dice que los Estados miembros deben someter las partidas de productos presentadas a la importación a un plan de vigilancia, para verificar el cumplimiento de las correspondientes normas, especialmente para la detección de residuos, agentes patógenos u otras substancias peligrosas para el hombre, los animales o el medio.

En el Plan de Vigilancia de 2018 está previsto que se realicen un total de 1.184 análisis de muestras, que analizarán la calidad de productos como moluscos y crustáceos cocidos, especias secas, productos de pesca, productos cárnicos, pescados o moluscos bivalvos, entre otros. Además, se medirán parámetro como salmonella, histamina, mercurio, cadmio o dióxido de azufre.

Los gastos de los análisis serán facturados con cargo al presupuesto de Ministerio de Sanidad, salvo que el resultado de la analítica sea desfavorable, en cuyo correrán por cuenta del interesado.

En lo que va de 2018, el Laboratorio de Sanidad Exterior de Santander ha analizado 9 partidas para Algeciras, 1 para Almería, 20 para Las Palmas de Gran Canaria, 4 para Tenerife, 4 para Barcelona, 2 para Madrid, 24 para Valencia, 7 para Vigo, 6 para Melilla y 1 para Bilbao. Asimismo, ha analizado 15 partidas para la investigación del parámetro Campylobacter spp, 9 partidas y 45 muestras para la investigación de Listeria monocytógenes, 44 partidas y 220 muestras para investigación de Salmonella spp y 13 partidas para investigación de Vibrio cholerae.

 

Procedimiento

El director del Área Funcional de Sanidad y Política Social, Fernando del Hierro, explicó a Pablo Zuloaga cómo es el procedimiento que sigue el Plan de Vigilancia. Así, aseguró al delegado del Gobierno que “lo primero es la toma de muestras reglamentaria” (algo que se hace por triplicado), de las que, por cada partida, “se solicitará un solo parámetro”. En este sentido, del Hierro aseguró que “para evitar demoras innecesarias” en el despacho de las mercancías, antes de efectuar la recogida de muestras se deberá contactar con el laboratorio.

Todas las muestras se remitirán, “con todas las garantías y de forma inmediata”, al Laboratorio de Sanidad Exterior de Santander. Mientras tanto, las partidas serán despachadas a libre práctica a la espera de obtener los resultados de los análisis que, una vez conocidos, serán introducidos por el inspector correspondiente en el sistema TRACES, cumplimentando, en su caso, la correspondiente notificación RASFF.

Una vez firmados los expedientes a libre práctica, si los análisis arrojan un resultado desfavorable, se procederá “inmediatamente” a comunicárselo al interesado en la carga y a las autoridades autonómicas responsables del establecimiento de destino. En este caso, el interesado puede optar por la transformación, destrucción o la utilización para otros fines de la mercancía, lo que deberá autorizar la autoridad autonómica competente, si la partida ha sido importada, o por el correspondiente Servicio de Sanidad Exterior, si aún se encuentra en el terminal del puerto o aeropuerto o en depósito aduanero o almacenamiento temporal.

El interesado puede optar también por solicitar la reexportación de la mercancía (si ya ha sido importada) o su reexpedición (si se encuentra en depósito aduanero). Para que se le autorice a ello, deberá cumplir con los siguientes requisitos: que no exista riesgo inmediato para la salud pública o animal; que el importador o propietario de la mercancía hayan informado a la autoridad competente del tercer país de origen o de destino de la razón por la que el alimento no ha podido comercializarse en la unión Europea; que la autoridad del país de destino haya comunicado por escrito a la Subdelegación General de Sanidad Exterior que es sabedora de las razones que han impedido la comercialización de la mercancía; y que, una vez autorizada se cargue y envíe en un contenedor debidamente precintado por las autoridades a las instalaciones fronterizas del puerto o aeropuerto de salida, donde se llevará a cabo el control de precintos antes de permitir la salida.