Anulada la comisión de ayudas a familiares de presos del Ayuntamiento de Elorrio
18/09/2009
El juzgado de lo contencioso administrativo número 3 de Bilbao ha estimado el recurso interpuesto por la Abogacía del Estado en representación de la Delegación del Gobierno en el País Vasco contra el acuerdo del Ayuntamiento de Elorrio de 27 de junio de 2007 por el que se crea una comisión de ayuda a familiares de presos declarando la nulidad de pleno derecho de la citada resolución.
La sentencia recoge el hecho de que el Presupuesto para 2007 del Ayuntamiento de la localidad vizcaína carece de previsión presupuestaria alguna que ampare la puesta en marcha y el funcionamiento de esa comisión y que su denominación –“Comisión Informativa de Represaliados”- apunta a que su finalidad, lejos de incluir al colectivo de personas presas que existen en el municipio, “no es otra que la de subvertir a las necesidades de los presos de la organización terrorista en todos sus aspectos”.
Concluye la sentencia señalando que, aparentemente, lo que se persigue con el acuerdo recurrido es “única y exclusivamente la retribución intuitu personae (en la persona de los familiares de presos) de unas prácticas delictivas contrarias a la esencia misma del Estado de Derecho y que repulsan a la colectividad”.
Para el Delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, ninguna administración, en este caso un ayuntamiento, esta ni puede estar capacitada para actuar al margen de sus competencias y mucho menos cuando con sus decisiones pueden en, última instancia, llegar a servir de altavoz y apoyo, nada más y nada menos, que a terroristas detenidos, condenados y encarcelados por sus execrables actos. Decisiones que suponen además un desprecio a las víctimas del terrorismo cuyo reconocimiento ampara la reciente Ley de Victimas del Parlamento vasco.
Para Mikel Cabieces, el objetivo de las diferentes administraciones debe ser trabajar para que nadie pueda utilizarlas, como en este caso a los Ayuntamientos, para contribuir al apoyo de quienes utilizan la violencia como herramienta para obtener fines políticos. Objetivo que, por otra parte, se debe llevar a cabo desde el convencimiento de que, cada vez más, el conjunto de la sociedad vasca lo entiende y comparte.